Comercio moderno ante el reto de ser el «tercer lugar» de la familia

El comercio de minoristas en medio de la “jungla” de competitividad en que se desarrolla hoy día, está buscando, al menos en Estados Unidos, convertirse en ese tercer lugar dónde las familias pasan su tiempo juntos más allá del hogar, que hace las veces de primer lugar de la vida de las personas y del trabajo, que ocupa el segundo lugar.

En Estados Unidos, marcas como Starbucks y Apple entienden que ofrecer un espacio común hace toda la diferencia. El portal brasileño de noticias mercado & consumo explica que Starbucks Reserve no es sólo un lugar para comprar café, sino un lugar para vivir, trabajar y socializar. Apple, con sus eventos Today at Apple, ha transformado sus tiendas en centros de aprendizaje e interacción.

Bandit Running, una marca de ropa y accesorios para corredores de Nueva York, ha creado una tienda que sirve como centro para la comunidad de corredores. Además de vender productos, el espacio organiza entrenamientos grupales, reuniones e incluso eventos sociales, convirtiéndose en un punto de encuentro imprescindible para los amantes del deporte.

Aquí la clave es el tiempo de permanencia del cliente en el piso de venta que ha dado el paso de varios cientos o miles de metros cuadrados, amables o “instagrameables” hacia un espacio con una propuesta de valor superior, para toda la familia, temáticos, todo alineado con la especialidad del modelo de negocios.

No descuidar el diseño

Es fundamental entender el entorno y el perfil del cliente objetivo. El punto de partida siempre debe ser el cliente, adaptando el diseño y la oferta a sus necesidades, preferencias y comportamientos. Además, se deben considerar factores como la ubicación geográfica, las tendencias del mercado, la competencia y la propuesta de valor única de la tienda.

El arquitecto Alberto Moreno interviene sobre el diseño de estos espacios, “todas las tiendas son una experiencia, unas más que otras, básicamente la premisa de un piso de venta es que pueda durar mucho en el tiempo y en eso tiene que ver la experiencia, la idea es que el cliente regrese”, asegura Moreno.

“Casi todos los negocios están enfocados y diseñados para el hombre, pero la que toma las decisiones en la casa es la mujer (…) hay que entender y hacer que los espacios para ella sean mucho más cómodos, agradables y que ellas tengan un protagonismo mucho mayor en los espacios comerciales” agrega el arquitecto.

La coherencia en la imagen de marca, los colores, los materiales y la ambientación también juegan un papel crucial en la creación de una identidad distintiva y atractiva.

Si las tiendas de moda, tecnología e incluso supermercados empezaran a pensar en el «tercer lugar» como una herramienta estratégica, no solo podrían aumentar el tiempo de permanencia del cliente, sino también fortalecer su relevancia y diferenciación en un mercado cada vez más digitalizado.