Canal tradicional, un mercado de $190 mil millones en América Latina 

Tenderos les llaman unos, bodegueros, otros y abastos en otras latitudes, cualquiera sea la manera de definirlos, se trata de los pequeños comercios que están más cerca del consumidor y que dan vida al conocido como el canal tradicional del retail que ocupa un pedazo de los más grandes de la torta del retail latinoamericano, ni más, ni menos que puede alcanzar hasta los 160 mil millones de dólares, como reflejan las cifras más recientes de NielsenIQ.

Para tener una fotografía de la penetración de este canal en la región, en el caso venezolano el canal tradicional lo conforman más de 60 mil bodegas y abastos que representan el 66% de la torta del retail, de acuerdo con estimaciones de empresas de investigación del sector. En Colombia, el número es mayor, hay alrededor de 500 mil tiendas de barrios, lo que representa el 42% del mercado.

El estudio de NielsenIQ agrega que este modelo de negocios se caracteriza por mayor proximidad lo que se traduce en compras más frecuentes y con menor volumen. Por ejemplo, en Colombia, el número de visitas del consumidor a las tiendas de barrio es de las más altas de la región, 116 veces al año para un canal capaz de llegar al 98,2% de los hogares.

En Brasil, el gasto promedio del shopper en el canal tradicional llega hasta 7,46 dólares por ocasión y su penetración en los hogares alcanza hasta un 99,8%. En el contexto latinoamericano, los mexicanos son los que más visitan a los tenderos, con un promedio de 266 veces al año, casi cuatro veces más que el autoservicio moderno.

Sus atributos

El canal tradicional en el retail es como ese viejo conocido que a su manera, con sus atributos refleja la resistencia y adaptabilidad de pequeños comercios y tiendas de barrio frente a la expansión de supermercados y cadenas internacionales. A pesar de los desafíos económicos y la inflación, estos establecimientos han sabido conservar su relevancia en el mercado, ofreciendo proximidad y conveniencia a los consumidores.

El crecimiento en valor de ventas del sector se ubicó en un 36%, en un modelo de negocios en el que el consumo se inclina hacia presentaciones downsizing (tamaños pequeños), en particular en alimentos, mientras los productos upsizing de este canal se enfocan en las bebidas.

De hecho, el top 10 de categorías en Centroamérica, tomando como referencia Panamá, Costa Rica y Guatemala, está encabezado por las gaseosas, seguido de snacks y jugos y néctares.

El ranquin de las diez categorías líderes del canal lo completan: las galletas, el agua embotellada, los cigarrillos, las recargas de teléfonos móviles, lácteos, cervezas, caramelos y golosinas.

Los establecimientos del canal tradicional van más allá de ser espacios de comercio; también actúan como centros sociales y culturales que fortalecen los lazos comunitarios. Gracias a su habilidad para otorgar créditos y adaptar sus productos a las demandas específicas de la población local, han logrado conservar la fidelidad de sus clientes.