Cuando se trata de conocimiento de marca, el empaque rompe el molde. Es el medio más importante para el descubrimiento de marca, con una tasa de efectividad del 64%, de acuerdo con estudios de Nielsen IQ.
Y es que a menudo las marcas crean verdaderas historias, son un story telling en sí mismos, por ejemplo, los empaques de Café de Colombia Juan Valdez destacan por su representación de la cultura cafetera colombiana. El fondo de los empaques suele mostrar la majestuosidad de los Andes, donde se cultivan los cafetos de alta calidad.
Juan Valdez honra en sus presentaciones las zonas cafetaleras de Colombia.
El empaque es como la identidad del producto, lograr identificarlo a golpe de vista es como dar en el blanco. Por ejemplo, el chocolate Toblerone es famoso por su envase triangular, que se introdujo en 1908 y ha sido un símbolo reconocible en todo el mundo.
El empaque Toblerone y su forma triangular fue inspirada en el icónico monte Matterhorn de los Alpes suizos.
Otro ejemplo es el de la botella transparente de Absolut Vodka, con las letras grabadas directamente en el vidrio. Un diseño innovador que se lanzó en 1879 y sigue siendo popular hasta hoy.
La agencia Carlsson and Broman propuso una solución innovadora: una botella transparente, sin etiqueta y con las letras grabadas.
Un empaque bien diseñado, que transmita naturalidad y calidad, puede hacer que un cliente lo elija sin dudar, incluso antes de comparar precios. Las etiquetas que permiten ver el producto, los colores que evocan frescura (como verdes vibrantes o tonos tierra) y los mensajes simples pero honestos, como «recién cosechado», «recién empacado ó «directo del productor», despiertan emociones positivas.
Cuando alguien adquiere frutas, carnes, pescados o verduras, su principal objetivo es encontrar frescura. El empaque juega el papel de un guardián invisible, encargado de preservar la textura, el color, el sabor y, más importante aún, la calidad del producto hasta el momento en que se sirve en la mesa.
En el caso de verduras y hortalizas, la transmisión de frescura en la presentación es definitiva.
Pero no solo protege el alimento, también resguarda la confianza del cliente. Si el empaque cumple con su promesa de mantener la frescura, el cliente no solo volverá a comprar, sino que también recomendará el producto a otros.
Modelo conversacional
Más allá de la estética, originalidad, las historias que cuentan los empaques como parte del branding, la información que pueda contener también es de enorme utilidad para, por ejemplo, avanzar en la personalización del producto y el contacto con el shopper.
Nestlé ha adoptado la tecnología AQR, lanzándola en dos de sus marcas insignia de confitería, KitKat y Quality Street. Los códigos QR accesibles, que ya están disponibles en los multiempaques de KitKat y en toda la gama Quality Street, ofrecen un acceso mejorado a los detalles del producto sin necesidad de descargar aplicaciones adicionales.
La presentación de KitKat establece un vínculo con el cliente, a través del código QR.
De utilidad
Más allá de las marcas y sus empaques, el modelo de negocio del retail también ha desarrollado el concepto 𝙎𝙝𝙚𝙡𝙛 𝙍𝙚𝙖𝙙𝙮 𝙋𝙖𝙘𝙠𝙖𝙜𝙞𝙣𝙜 es la traducción inglesa de 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗹𝗮𝗷𝗲 𝗹𝗶𝘀𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝗿í𝗮. Hace referencia a la presentación de un producto en la cual el envoltorio juega un rol predominante dado que potencia su visualización en las góndolas de los comercios y de los supermercados.
Este tipo de empaque puede incluir características como cierres seguros, diseños llamativos y materiales duraderos que protejan los productos durante el transporte y la venta.
Es importante saber que este tipo de empaque se fabrica a granel y se emplea en aquellas mercancías que están listas para ser comercializadas. Este modelo es clave para negocios como el del hard discount.
El empaque en el retail no solo juega un papel crucial en la protección y presentación del producto, sino también en la logística y el cumplimiento normativo.
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