Si algo distingue a los reailers modernos del mundo actualmente es el uso de la data como brújula para la toma de decisiones. El comercio de minoristas es cada día más desafiante en todos los ámbitos; del lado de un shopper con expectativas cambiantes; de la cadena de suministros, de la tecnología que ya no es una opción, es una necesidad; de la diferenciación que sigue siendo una asignatura pendiente y, en el mercado, donde la competencia es feroz, cada vez es mayor el número de players que aparece día a día para morder la torta.
Ante este escenario, si algún negocio dispone de datos es el del retail. En este sentido, por ejemplo, los enormes avances en terrenos como el del análisis de datos y la inteligencia artificial (IA) significan que los gerentes de categoría pronto estarán equipados, sino ya, para trabajar de manera más eficiente y efectiva que nunca.
El portal The Groccer, cita como ejemplo, en un artículo sobre la gerencia de categoría el caso del surtido, sobre la que recomienda «analizar los datos históricos de ventas, realizar estudios de mercado y tener en cuenta una serie de necesidades de los clientes. Y eso es antes de tener en cuenta los datos sobre factores como la estacionalidad y la localización».
El análisis de datos te «da una visión holítica, de 360 grados del rendimiento de las ventas, patrones de compra del cliente, tendencias del mercado, si eres capaz de digerir esto, entonces te va a proporcionar una información valiosa que te va a impulsar el flujo de caja, hacia dónde tengo que impulsar mis productos o procesos como el Category Managment», agrega Alayón.
La IA puede, prosigue el texto de The Groccer, puede «acelerar ese proceso considerablemente. Con los algoritmos adecuados, la IA puede tomar toda esa información y generar recomendaciones en una fracción del tiempo que le llevaría a un humano. Además, puede detectar patrones y tendencias que incluso el gerente de categoría más experimentado no podría».
Ejercicios predictivos
«En el retail, el análisis de datos es como una varita mágica que te permite reconocer algunas ideas ocultas o ideas novedosas para el negocio», así lo ilustra Robert Alayón, Analytic Consulting Manager, de Nielsen IQ en Costa Rica.
Al respecto, Alayón agrega que «hoy es posible predecir o censar el comportamiento de la demanda de los productos, esto te va a permitir optimizar inventarios y eso te llevará a mejorar el flujo de caja, también permite determinar precios óptimos o alineados con la expectativa de como se venden en el mercado».
Consultada acerca de ¿cuáles son los factores decisivos de cara a la administración de categorías, para mover la aguja de la rentabilidad?, Adriana Dao, Líder Comercial de Venezuela de NielsenIQ, responde: «Aplicar Business Intelligence«. La experta agrega que en el caso del retail venezolano «tenemos muchísima data, pero realmente no estamos sabiendo aprovecharla, tomamos decisiones desde la tradicionalidad y no en la información que tenemos en los pisos de venta o de nuestras categorías».
Por ejemplo, para un retailer es clave tener una visual más allá de su negocio, necesita una visión de 360 grados, que incluye a su competencia, pero no desde la intuición o la percepción fabricada de redes sociales. En el retail cuanto más cerca se está del número del mercado, mejor, conocer las 25 categorías de mejor rendimiento del formato de autoservicio, pero también del formato tradicional.
La líder de Nielsen IQ, Adriana Dao, cierra reconociendo que no es fácil operar un retail en una situación como la de Venezuela. «La industria del retail está tratando de reforzar esos conceptos que se dejaron de lado en momentos mucho más complejos del consumo. Aquí es clave una estructura inteligencia de negocios, porque a menudo esa ocupación queda en manos de una persona que tiene multifunciones, entonces deja el análisis para otro momento porque tiene que sentarse a negociar, desarrollar planes de mejora en los pisos de venta, hacer una cantidad de cosas que restan foco para entender qué está pasando dentro de la data».
