El canal tradicional en el retail es como ese viejo conocido que a su manera, con sus atributos refleja la resistencia y adaptabilidad de pequeños comercios y tiendas de barrio frente a la expansión de supermercados y cadenas internacionales. A pesar de los desafíos económicos y la inflación, estos establecimientos han sabido conservar su relevancia en el mercado, ofreciendo proximidad y conveniencia a los consumidores.
Esa red de tiendas, abastos, bodegas, se trata, como lo define Walter Conrotto, director de Business Intelligence de Bigwise, de un «submundo invisible a la mayoría, pero que allí está, creciendo y ganando cuota de mercado».
Para citar solo dos ejemplos en Latinoamérica, en el caso venezolano, de acuerdo con estimaciones de empresas de investigación del sector, el canal tradicional lo conforman más de 60 mil bodegas y abastos que representan el 66% de la torta del retail. En Colombia, el número es mayor, hay alrededor de 500 mil tiendas de barrios, lo que representa el 42% del mercado.
En este contexto, Conrotto se pregunta ¿por qué los canales tradicionales están creciendo más que el de autoservicios?, la razón, de acuerdo con el experto, es bastante obvia, «están haciendo cosas diferentes, en este canal prueban y si resulta bien lo dejan, sino resulta pasan la página e inventan otra cosa».
Esta versatilidad, apunta el experto, «es lo que ha hecho que ganen terreno en una situación donde el shopper está buscando nuevas alternativas y experiencias que vayan acordes a sus deseos y necesidades».

El canal tradicional se caracteriza por espacios reducidos y un surtido con múltiples presentaciones.
Las iniciativas en el canal tradicional son variopintas, Conrotto explica que ha visto «supermercados habilitados en estacionamientos de edificios, depósitos que fungen como especie de Dark Markets, con personal uniformado, locales de 40 metros, pero con mas de 100 categorías. Hasta quintas habilitadas con anaqueles autoservicio, a las cuales solo puedes acceder a través de referidos, donde se manejan productos nacionales e importados, pero con precios muy competitivos y con muchos incentivos si compras por volumen».
En números
En Venezuela, de acuerdo con los principales hallazgos 2023 de la canasta de productos que mide NielsenIQ, el 62% del crecimiento en el canal tradicional es impulsado por las categorías de cervezas y refrescos, mientras los lácteos aportan un 3%, apoyada fundamentalmente por fórmulas infantiles.
El crecimiento en valor del sector se ubicó en un 36%, en un modelo de negocios en el que el consumo se inclina hacia presentaciones downsizing (tamaños pequeños), en particular en alimentos, mientras los productos upsizing de este canal se enfocan en las bebidas.
Los licores aportaron el 83% del crecimiento en volumen del canal, en consecuencia, categorías como cervezas y refrescos son las que más rotan en tiendas, bodegas y abastos.
Las tiendas del canal tradicional no solo cumplen con una función comercial, también desempeñan un rol social y cultural, siendo puntos de encuentro y referencia para la comunidad. Su capacidad para ofrecer créditos y manejar una oferta ajustada a las necesidades y preferencias locales les ha permitido mantener su clientela.
