El comercio de Venezuela pide a gritos la reactivación del crédito bancario como una de las medidas urgentes que se deben implementar para mejorar el consumo, para apuntalar el crecimiento económico del sector y en general de la actividad no petrolera.
En el caso del supermercadismo, de acuerdo con las cifras de la Asociación Nacional de Súpermercados y Autoservicios (Ansa), en el primer cuatrimestre del año en comparación con el 2023, se reportó un crecimiento de unidades vendidas de apenas un 2%.
La restricción del crédito en Venezuela está asociado a un elevado al encaje legal mínimo fijado en un 73% (esta es la reserva obligatoria de fondos líquidos de los depósitos que los bancos deben mantener en en el BCV). En el mercado de América Latina no existe una realidad comparable. Para citar dos casos de países vecinos, en Colombia, por ejemplo, el encaje oscila entre 3,5% y 8%, mientras en Brasil, donde está la banca más grande de la región, se ubica en 15%.
“La intermediación bancaria y el crédito son indispensables para incrementar y facilitar todas las transacciones comerciales”, pidió recientemente el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), que pide la reactivación “en especial al consumo”.
De acuerdo con Alessandro Nanino, presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), las limitaciones que tieene el crédito es «un absurdo que la banca no pueda prestar en las proporciones que la economía demanda para el consumo, para la inversión, para capital de trabajo».
Ansa, de su lado, a través de su presidente Ítalo Atencio, planteó la emisión de «tarjetas de débito y de crédito rotativas con límites de hasta 110 dólares, de manera que si tienes cargado ese monto, los consumes, lo pagas posteriormente y lo tienes de nuevo, eso puede ayudar mucho».
La firma Ecoanalítica calcula que las necesidades mínimas de financiamiento para el sector privado, incluyendo pequeñas y medianas empresas y emprendedores, están por el orden de los 6.000 millones de dólares, lejos de los 1.690 millones que, de acuerdo con la data del Gobierno de Venezuela, ha emitido la banca en lo que va del año. Dicho de otra forma, solo un 28% del financiamiento que requiere el mercado venezolano ha sido concedido.
En el pasado reciente, la actividad crediticia venezolana alcanzaba volúmenes situados entre el 10% y 15% del PIB. Sobre la base de estas cifras se esperaría que el total de la cartera de crédito del país se encontrara hoy entre los 10 mil y 15 mil millones de dólares, lo que permitiría a los empresarios dinamizar sus negocios y a la gente de a pie, consumir lo que requieren.
Al problema de fondo del encaje legal, se suma otro, el de unas poco atractivas tasas de interés. No puede haber crédito al consumo, por ejemplo, con el actual esquema de control de tasas de interés que desestimula completamente a cualquier institución que aspire a crecer en este segmento de intermediación.
La restricción al crédito se produce ante un mercado, el venezolano, que se caracteriza por se un buen pagador. El índice de morosidad de la cartera de créditos en mayo de este año se ubicó en 1,20%, en comparación con abril, sin embargo, se produjo un descenso leve de 0,16 enteros, mientras que en término interanual la morosidad escaló 0,60 puntos. Así las cosas, la morosidad sigue sin representar una amenaza relevante para la banca venezolana.
Efecto Cashea
Ante la contracción del crédito, han surgido oportunidades para mejorar el consumo, como es el caso de Cashea, una APP que opera bajo el modelo de compre ahora y pague después, sin cuotas de interés por hasta tres pagos y con financiamientos que van entre 40% y 60%.
La APP Cashea nació en 2022 y en la actualidad cuenta con más de 3.500 comercios afiliados en 12 ciudades de Venezuela, y hasta la fecha, alrededor de 4.000.0000 de usuarios que se han registrado en la plataforma y de los cuales, el 54% son mujeres.
“Cashea presenta líneas de compra que son siete veces mayores a las líneas de crédito de los usuarios de tarjetas de crédito en la banca nacional”, aseguró Ecoanalítica en un claro ejemplo de la precariedad del crédiro en el país.
El efecto de este modelo de compre ahora y pague después de la APP comienza a permear en el comercio ante las restricciones crediticias. MultiMax, la tienda de electrodomésticos acaba de anunciar que lanzará CrediMax, sus sistema de compre ahora y pague después, lo mismo hará la tienda Mundo Total que tendrá su propia línea de crédito, también sin intereses.
