«La voracidad fiscal y la informalidad generan condiciones competitivas desiguales»

A propósito de los 130 años de la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), Alessandro Nanino, su presidente, habló acerca del rol de la institución y su vigencia, del Zulia y la crisis que ya llega a por lo menos una década, al mismo tiempo analizó las potencialidades de inversión que hay en Maracaibo, el retail, el consumo y la necesidad de que se reactive el crédito en la economía venezolana.

La Cámara ha jugado un rol activo en procura de condiciones más favorables para la inversión, en particular, sobre el debate del impacto tributario que actualmente impacta a las empresas del país. «El problema no es que paguemos o no paguemos impuestos, todos estamos claros de que las empresas deben pagar impuestos, yo quiero que el Estado dependa de los impuestos y no de una renta petrolera porque dependiendo de los impuestos tiene que cuidar más al sector privado porque es el que lo mantiene», explicó el titular de la CCM, quien agregó que «esos impuestos tienen que estar acordes a la realidad económica y de las empresas que es lo que no está ocurriendo en Venezuela en este momento».

Nanino reconoció que la Cámara, como institución, mantiene canales de diálogo permanentes con la municipalidad y «hemos logrado algunas cosas positivas, pero el gran peso de la carga tributaria actual tiene que ver con los impuestos nacionales». Al respecto, reconoce que la CCM debe apoyarse en Fedecamaras o en Consecomercio, gremios nacionales, para ser portavoces del impacto que tiene en el empresariado las medidas que toma el Seniat, por ejemplo.

Igualdad para todos

De acuerdo con el dirigente gremial y empreario, el peor impacto de la voracidad fiscal es que «cuando la mezclas con la informalidad terminas generando un escenario de competencia desleal muy fuerte». Al respecto, señaló que cuando la carga tributaria impacta entre 8% y 10% de los ingresos brutos, entonces la diferencia en el precio final del producto entre quien está informal y el que está formal puede ser un 10% o más y «en un mercado donde el consumidor tiene un nivel de ingreso deprimido eso marca una diferencia muy importante» aseguró.

«En Maracaibo», confesó el presidente de la Cámara, «hay comercios grandes, cadenas, que trabajan en la más absoluta informalidad». Nanino aseguró que hay negocios en la capital zuliana que «compran la mercancía sin factura o facturan y no cobran los impuestos que tienen que cobrar, venden como exentos productos que son grabados y, además, lo poco que recaudan no lo declaran o lo declaran incompleto. Esto es muy complicado», dijo en referencia a las asimetrías competitivas que eso genera.

El tema de los impuestos lo zanjó diciendo: «Cobren los impuestos que tengan que cobrar, pero que todos paguemos, igual para todos para competir en igualdad de condiciones. La cara más fea de la voracidad fiscal es la informalidad que genera en las condiciones poco competitivas entre quien está formalizado y quien no».

Necesidad de crédito

Otro de los temas que sobrevuela la economía y en particular la inversión privada y el consumo en Venezuela es la falta de crédito. «El tema del crédito está asociado al elevado encaje legal, el Gobierno tiene una posición dogmática en ese sentido porque le permitió frenar al dólar, pero aquí se paró la devaluación de la moneda a costa de todo lo demás, a costa de una contracción o depresión económica terrible con un encaje legal que está cuatro o cinco veces por encima del país que te sigue», eso, de acuerdo con Nanino es «un absurdo porque la banca no pueda prestar en las proporciones que la economía demanda para el consumo, para la inversión, para capital de trabajo».

Consultado sobre la propuesta de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa) de decretar días sin IVA para incentivar el consumo, el presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo subrayó que «eso no es malo, pero no va a resolver el tema del consumo que necesitamos, la única manera de recuperar el consumo es recuperando el nivel de ingreso de la gente».

Como titular del gremio del comercio de la capital zuliana, una ciudad especialmente golpeada por una crisis sistémica a lo largo de por lo menos la última década, Nanino no cree que la posibilidad de invertir en la región esté cerrada. «Siempre hay oportunidades de negocio, en todos los ámbitos, pero evidentemente en este momento las oportunidades tienen que estar orientadas al sector del consumo básico porque el mercado te habla, qué ha proliferado en Maracaibo en los últimos años: farmacias, ventas de alimentos, servicios y empresas tecnológicas».

«En el sector de los servicios, por ejemplo, ha habido una necesidad importante de telecomunicaciones porque producto de la crisis que vivió Maracaibo la infraestructura de telecomunicaciones colapsó, por eso han surgido esas empresas aquí», señaló el dirigente gremial, quien remarcó que Maracaibo tiene potencial porque es una ciudad grande es capital de un estado petrolero, con un capital agroindustrial muy importante, donde se desarrolla el principal rubro de exportación no tradicional de Venezuela, como es el camarón.

«Esta es la capital de un estado con muchas potencialidades económicas, pero las verdaderas oportunidades van a venir una vez que recuperes el nivel de consumo y del ingreso de la gente», aseguró Nanino.

La Cámara, pilar de institucionalidad

Más allá de los temas propios de la dinámica económica nacional y regional, Nanino se refirió igualmente a la vigencia de la Cámara de Comercio de Maracaibo que acaba de cumplir 130 años de historia, una de las instituciones gremiales más longevas del país.

Consultado acerca de ¿cuál es la clave para darle vida a una institución de 130 años de vida y que trascienda hacia un rol de verdadera representatividad del sector? el empresario respondió: «Una de las claves para que la Cámara mantenga su vigencia es la institucionalidad, en ocasiones algunos gremios se personalizan mucho, de repente llegan individualidades que parecieran apropiarse de las instituciones, pero en el caso de la Cámara de Comercio siempre ha mantenido su gobierno institucional de manera muy sólida».

La Cámara de Comercio de Maracaibo es una de las pocas instituciones centenarias gremiales del país.

Actualmente, la CCM tiene al menos 300 afiliados y en relación con los miembros de la junta directiva de la institución, el presidente de la Cámara aseguró que cada quien tiene sus actividades privadas, «aquí nadie utiliza a la institución para ponerla al servicio de sus intereses particulares, todo lo contrario».

El reconocimiento de la Cámara como institución ha quedado de manifiesto recientemente cuando una empresa transnacional solicitó la mediación del centro de arbitraje de la institución en una disputa con una empresa local. Al respecto, Nanino aseguró que el centro de arbitraje «es autónomo, está adscrito a la Cámara, donde se pueden hacer mediaciones y arbitrajes es un foro para la resolución de conflictos más expedito, con más garantías, en el cual poco a poco hemos avanzado».