Atenas: Consumo sube «levemente» ante más competencia en el retail venezolano

Alexander Cabrera, socio-director de Atenas Grupo Consultores, empresa de investigación de mercado y asesoría para el retail en Venezuela, registró una subida en el consumo venezolano, pese al contexto de inflación que se registra en el país.

En una entrevista con el periodista Román Losinski en su programa radial, Cabrera se refiere a la más reciente data del estudio de monitoreo en 2.120 hogares que realiza constantemente la firma, “estamos viendo un crecimiento leve, moderado en febrero y marzo”, no obstante, el experto reconoce que hay categorías que todavía tienen más de 35 días de inventario en el retailer.

En relación con el comportamiento más reciente, de los últimos dos años del mercado del retail en Venezuela, Cabrera apunta que “cuando se compara el consumo en valor de diciembre 2021 con diciembre 2022 (los dólares gastados), se creció un 77 %; pero a nivel de unidades crecimos un 8 %, eso es una devaluación importante de la moneda”.

Haciendo una retrospectiva 2022-2023, el socio director de Atenas reconoció en la entrevista que el primer semestre del 2022 fue muy interesante, pero en el segundo semestre “las expectativas estuvieron muy altas en los empresarios. Solo el mes de diciembre de 2022 fue un mercado de 900 millones de dólares, ese ha sido el mejor diciembre de los últimos tres años de lectura”.

Ahora bien, en enero de 2023 estamos hablando de un mercado de 400 millones de dólares, según las mediciones de Atenas, “una caída importante”, pero esos 400 millones de dólares fueron los mismos de julio y de octubre de 2022, precisa Cabrera.

Saturación de inventarios

El experto habló sobre la ecuación Sell In y Sell Out del retail, vale decir, la primera (Sell In), referida a la colocación de productos manufacturados en el mercado; la segunda (Sell Out), todo lo que compra el consumidor. A su juicio, en el último trimestre de 2022, el Sell In “saturó o llenó de inventarios el retail, lo que pasa es que esa velocidad no fue la misma velocidad de compra”, lo que generó una “expectativa muy alta de muchos empresarios pensando que en enero, febrero y marzo íbamos a tener el mismo ritmo de consumo y no fue así”.

Después de un enero tibio, más bien de caída, entre otras cosas porque, según Alexander Cabrera, “el 86 % del retail abrió después del 21 de enero, “ahora sí estamos viendo un crecimiento leve, moderado en febrero y marzo”, no obstante, advierte que “hay categorías que todavía tenemos más de 35 días de inventario en el retailer y hasta que no bajen esos niveles, no habrá renovación de esos pedidos”.

Un mercado pequeño y con más competidores

Sobre el tamaño del mercado venezolano, Atenas lo cifra en siete mil millones de dólares. Cabrera agrega que “el mercado venezolano es muy pequeño, es de 7 mil millones de dólares”. De hecho, de acuerdo con la data que maneja la consultora, todas las unidades vendidas, equivalen o son muy parecidas a las del mercado panameño, que es de cinco millones de habitantes. La diferencia es que el mercado venezolano es de 27 o 28 millones de personas.

Alexander Cabrera: “El precio siempre será una variante importante, pero actualmente también es importante que no se debe caer en una guerra de precios. Foto: @AlexanderCabrera37

Eso obliga a “ser muy eficientes al tomar decisiones para establecer el consumo en Venezuela”. En este contexto, Cabrera advierte que el abanico de opciones de compra para el consumidor ha crecido en el país, de hecho, asegura que el 57 % de los hogares “nos dice que hay nuevos lugares de compras, eso abre las opciones para decidir dónde puedo hacer la compra y el 44 % de los hogares dice que hay presencia de marcas que se habían dejado de ver en el mercado venezolano”.

En febrero de 2022, un hogar promedio gastaba en las cestas de alimentación, cuidado personal, mantenimiento del hogar y medicinas, alrededor de 56 dólares. En febrero de 2023, ese monto se elevó a 89 dólares, “pero compra las mismas unidades, eso es una pérdida del poder adquisitivo”, interviene Cabrera, quien revela que las unidades compradas son de menor tamaño, eso sí es un factor diferenciador del patrón de consumo del venezolano que se caracterizaba por comprar kilos, litros, tamaños grandes, hoy estamos viendo que casi el 86 % del consumo es una reposición constante y eso hace que los tamaños pequeños empiezan a ganar espacios”.

En referencia a la torta de distribución de los 7 mil millones de dólares del consumo en el retail venezolano, Atenas, a través de su estudio cifra que un 31 % de ese gasto “está concentrado en alimentos básicos, luego vienen las proteínas, con un 28 %, un 5 % es medicinas”.

El precio importa, pero la marca también

En este escenario, el diferenciador de la marca gana cada día más terreno en las preferencias del consumidor venezolano. En opinión de Alexander Cabrera, hoy “vuelve a ser un factor fundamental el poder de la marca”. El venezolano no descarta la importancia del precio, “el tema es que hoy el consumidor no solo toma la decisión por el precio, ahora empieza a evaluar la ecuación precio-calidad, precio-rendimiento, incluso precio-empaque”.

En el tema de alimentos básicos (arroz, pasta, azúcar, por ejemplo) el 28 % busca la relación precio-calidad, el 23 % de la gente prefiere que sea una marca reconocida, el 18 % procura precios económicos, pero empiezan a aparecer atributos diferentes como buenos sabores y olores. “El precio siempre será una variante importante, pero actualmente también es importante que no se debe caer en una guerra de precios, sino que hay que empezar a buscar los atributos adicionales”, opina el experto de Atenas Grupo Consultores.

En un contexto cambiante y de expansión en el retail venezolano, Cabrera asegura que se están “cometiendo varios errores en el mercado venezolano”. Entre esas fallas, cita la “creencia de que tener mucho surtido en el anaquel va a ayudar al consumidor y está demostrado que cuando tienes tu marca principal, tu marca secundaria y tu marca propia, eso te va a generar el 80 % del volumen”.

Hace alusión a lo que califica como “una saturación de marcas, como las colombianas, las importadas, las venezolanas, marcas de otros países, esto es importante, claro, por un tema de precios, de competitividad, pero la saturación también está dañando de una u otra manera la toma de decisiones”.