Con 38 años en el negocio del retail, Ernesto Mercadante, presidente de Crea Desarrollo, propietaria del supermercado Mercasa, es una voz autorizada a la hora de evaluar las perspectivas del comercio de minoristas en el Zulia. En este sentido, proyecta «un crecimiento de, al menos, un 20 % para este año».
Su pronóstico se sustenta en el comportamiento del sector de minoristas en el 2022 y en dos factores que, a su juicio, serán dinamizadores del comportamiento de la economía en la entidad en este 2023: La reapertura fronteriza con Colombia y las señales de reactivación que llegan del sector petrolero en la entidad.
«Maracaibo era receptora de la actividad petrolera y del comercio binacional con Colombia, esto se había ido y ahora está regresando, eso repercutirá en la región. Habrá una buena actividad, estoy muy optimista y creo que será el comienzo de lo mejor», considera Mercadante.

Ernesto Mercadante opina que «hay buena disposición
en los supermercados de cara a este año».
Desde su perspectiva, hay una «buena disposición en los supermercados de cara a este año», eso sí, asegura que «los grandes facturadores de antes no necesariamente son los mismos de hoy, hay nuevos actores en el ambiente comercial e industrial».
El cliente: el centro del negocio
En relación con los desafíos que tienen por delante los retailers del Zulia, el presidente de Mercasa opina que el cliente debe tener acceso a los productos, «hay que facilitarles a los consumidores que desde su casa puedan ver lo que hay, si están conformes con el precio y así tomar una decisión».
Defensor de la superviviencia de la tienda física, Mercadante agrega que «el cliente de hoy y el de los próximos mil años irá al supermercado». Este empresario del retail afirma que «la gente va al supermercado a relajarse». Apunta que el comercio de minoristas debe «generar las condiciones» para ese relajamiento.
Mercadante ve venir una gran transformación digital en el sector del retail, con conceptos en los que el enfoque esté más orientado al cliente. Eso no ha pasado todavía porque «ha habido una actividad salvaje de los supermercados con ciertos errores».
En el caso Zulia, considera que hay margen para seguir creciendo en el sector, pese a la evidente disminución de la población por efecto de la migración, «la realidad es que tampoco hay supermercados, en consecuencia, hay posibilidad de crecer».
Partiendo de esto, recomienda que «el formato ideal para un supermercado en la entidad es el que va de 1.500 a 2.000 metros, donde el centro del supermercado sea el cliente».
